Vomitona Emocional

Salimos a las ventanas y aplaudimos. Aplaudimos por todxs lxs que en estos momentos hacen de tripas corazón y se ponen al servicio de las personas; por quienes, para sobrellevar la encerrona, nos CUIDAN desde diferentes ámbitos imprescindibles ahora… y antes, aunque no los valorásemos. A ver si tomamos conciencia, esta vez sí, de que sin cuidados, en el más amplio sentido de la palabra, la vida no se sostiene. Aplaudimos por lxs niñxs, quienes están dando muestra, una vez más, de estar a la altura de las circunstancias. Aplaudimos por las familias que les acompañan e intentan hacer de la fealdad belleza... hasta la extenuación.

Sufrimos, por quienes en tiempos de confinamiento han quedado atrapadxs en situaciones ya insoportables antes de que todo empezara y ahora… quizás, insostenibles si esto no acaba pronto? Al respecto… tristeza e impotencia hasta el punto de doler. Refugio para unxs, cárcel para otrxs. Me horroriza.

Hasta el próximo encuentro vecinal de balcón a balcón, de ventana a ventana… volvemos a nuestras guaridas a lidiar con emociones, preocupaciones, obsesiones, desesperanzas, dificultades de convivencia, soledades… a gestionar eso que llaman tiempo y que hasta ahora parece ser que ni sabíamos lo que era. Tan ocupadxs estábamos en hacer y acumular que perdimos la conciencia del paso de las horas y los días, de lo que ello significa e implica: en esencia, (con)vivir.

La vida parece adquirir otro significado, a pesar de no haber cambiado el significante: se ha convertido en algo a proteger a base de contenciones; ya no hay piel con piel, ya no hay abrazos ni apretones de manos… hay distancia física y una gran ansia contenida de cercanía.

El futuro es incierto; en lo personal, en lo laboral, en lo económico… la cabeza no para. Que saldrá de todo esto? Dónde y cómo acabaremos?... Dicen que “nunca choveu que non escampara”… qué difícil aferrarse al dicho inmersxs en este lodazal de inseguridades! Pero, sí: “NUNCA CHOVEU QUE NON ESCAMPARA”.

Y con todo… habrán de merecer la pena, los insomnios, las inquietudes, las contenciones y prevenciones, la discusiones, las ofuscaciones... Quiero pensar que algo sacaremos de todo esto. Quiero creer que nos reinventaremos (en lo personal y en lo profesional); quiero creer que, por fin, aprenderemos a pensar en colectivo, a cuidarnos, a desprendernos de individualidades y competiciones absurdas, a "dejar de presumir de privilegios y mirar más a los márgenes"*… porque si nada habrá de ser lo mismo… NO PODEMOS VOLVER A LO MISMO!!!

*Expresión con la que me quedé de alguna de las muchas cosas leídas estos días.